Cuando regresemos, que no seamos los mismos

Cuando regresemos, que no seamos los mismos alegria gambo alegria sin fronteras África Gambo

Cuando regresas del desierto, no puedes volver a ser el mismo

Cuando regresemos, que no seamos los mismos

 

Cuando llegué a Gambo

las cifras me miraron a los ojos,

y mi corazón les prometió

no permanecer jamás indiferente

 

al sufrimiento ajeno.

 

Una vez abres los ojos,

no los puedes volver a cerrar

 

El hambre me quitó el apetito,

el dolor me despertó,

entonces,

Me hicieron ver

que se puede ser

luz en la oscuridad

Alegría en la tristeza

y coraje en la adversidad

 

Cuando regresas del desierto,

no puedes ver el agua del mismo modo,

cuando regresas de la hambruna,

no puedes ver la comida igual

 

Cuando al fin podamos volver a abrazarnos,

a mirarnos,

que no seamos los mismos

 

 

Un mundo feliz sin Alegría

Érase una vez

Un virus que

las fronteras desafió

y mató.

Mató, así, sin más,

sin pedir pasaporte, ni ningún papel,

ni cuenta bancaria, ni color de piel,

y mató.

Mató, así, sin más,

Como mata

quien le importa la vida nada.

 

Érase una vez,

un mundo feliz

sin Alegría

 

Érase una vez,

un planeta con

estadios de fútbol cerrados y

futbolistas sin cobrar;

bolsas en caída libre,

millonarios arruinados,

capitalismo sin capital

 

Érase una vez,

hoteles sin huéspedes,

parques sin niños,

columpios sin movimientos,

autopistas sin coches,

escuelas sin clases,

calles sin peatones,

sociedades sin sociedad

 

Érase una vez,

la libertad confinada

entre cuatro paredes,

esquinadas.

 

Érase una vez,

abrazos sin brazos,

miradas estrelladas en una pantalla,

que permitían llegar al alma,

sin perderse en los cuerpos

 

Érase una vez,

un cuento sin rima,

cantantes sin público,

 

Érase una vez,

un mundo del revés,

que puso al mundo en pie.

Érase una vez

Un virus que

las fronteras desafió

y mató.

Mató, así, sin más,

sin pedir pasaporte, ni ningún papel,

ni cuenta bancaria, ni color de piel,

y mató.

Mató, así, sin más,

Como mata

quien le importa la vida nada.

 

Érase una vez,

un ejército sin armas,

que no vestía ropa de camuflaje

sino batas blancas,

que no mata sino salva

que no dispara sino perdona

que limpia, ayuda, cuida, acompaña, y

a veces,

incluso cura y salva.

 

Érase una vez

un pueblo que buscando

lo más nuevo descubrir

aprendió que la novedad

era volver a lo más ancestral

 

Y así fue como

el pueblo aprendió

que la vida sin compartirla no es plena

y que lo esencial

no se compra, ni se vende,

sino que es invisible a los ojos.

#Coronavirus

#COVID19

#Cuarentena

#QuedateEnCasa

 

Sobre el autor

19 comentarios en “Cuando regresemos, que no seamos los mismos”

  1. Tant de bo quan tot acabi hàgim après a veure la vida d’una altra manera i que tots els que han mort no hagi estat en va.
    Una abraçada des de Barcelona

  2. Sigamos luchando juntos por erradicar esta pandemia, y ojalá como tu señalas no volvamos a ser los mismos , que esta dura experiencia nos haga MEJORES , más Solidarios, más amorosos y tolerantes con nuestros “hermanos ” y que podamos lograr un Mundo MAS JUSTO y EQUTATIVO para todos !!!🥰🌻💝💝💝

  3. Pingback: Cuando regresemos, que no seamos los mismos — Cooperación con Alegría, el blog de Iñaki Alegría | Medicina Tropical y Cooperación Internacional

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