En uno de los días más fríos del año, hablando con un hombre que vivía en la calle, sin más techo que las grises nubes del cielo que amenazaban tormenta, sin más posesión que una manzana en una mano, y un cartón de vino en la otra; me pregunta:
“¿Alguna vez has pasado el frío que yo paso?
¿Alguna vez has pasado el hambre que yo paso?”
No contesté, pero interiormente respondí que no.
Entonces cogió la manzana y la lanzó lejos.
Al instante lo comprendí todo.
La manzana tan solo saciaba su hambre, mientras que el vino saciaba su hambre y calmaba su frío al mismo tiempo.
Comprendí y aprendí a no juzgar, pues no he pasado nunca el frío o el hambre que ellos pasan cada día.
No hay que juzgar, cierto, pero la solución al frío para mí no es beber vino ni alcohol de ningún tipo, pues quizá te quite el frío pero te aporte otras cosas que no convienen si uno quiere salir adelante.
Si bebes zumo del tiempo que no esté frío de naranja o de melocotón o de frutas en general , también te quita el frío y además te alimenta, te nutre, ….yo sí he pasado hambre y frío Iñaki.
Un abrazo y sigamos luchando por la vida.
Àngels
muchas gracias por tu comentario Ángels. Cada experiencia nos ayuda a reflexionar y aprender.
Muy buenos días Alba!
Bienvenida!
Es una gran alegría darte la bienvenida y decirte que eres para mí también un descubrimiento
es muy sencillo juzgar pero nuy injusto.
Tengamos la suficiente humildad para no juzgar y la máxima empatía
Sin duda, el vino calienta y adormece. Dos cosas importantes si quieres sobrellevar un día, una noche más en la calle de una gran ciudad. De todas formas me hubiera guardado la manzana para el desayuno 😉
EL zumo de frutas “solo” aporta azúcar, por tanto algo también de sed, más dientes sucios y ganas de ir al baño. No es fácil encontrar un lugar “decente” y digno, como ser humano, para hacer pipí si estás en la calle…
No, no juzguemos. Sepamos o no lo que es estar en al acalle, pasar frío y hambre. Como no juzgamos lo que cada cual bebe o come en su cómodo sofá de su cómoda casa…
Un abrazo.
Acabo de “descubrirte” hoy, Iñaki, con tus acciones en Gambo y solo puedo eso, enviarte un fuerte abrazo.