¿Comeré hoy?

 

¿Comeré hoy?

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No están en la televisión, están aquí, delante de mi mirada, no son cifras, son niños y niñas con nombre propio, historia personal que sufren desnutrición severa. Su cuerpo se sigue preguntando cada día: ¿Comeré hoy?

Siguen existiendo… Son Bontu, Ibsa, Mulukan, Muliena…

Una vez he visto lo que he visto, vivido lo que he vivido, no puedo cerrar los ojos, no puedo cerrar el corazón. No puedo acostumbrarme a ver morir niños de hambre. No son una cifra. No pueden seguir muriendo niños cuando no deberían morir.

En la zona rural de Gambo, en la región de la Oromia, en el sur de Etiopía; seguimos combatiendo el hambre, seguimos alimentando vidas y sueños, creando esperanza y futuro. Las niñas y niños que hoy sufren el hambre pueden llegar a ser los nuevos médicos, enfermeros, profesores, ingenieros… que van a contribuir al desarrollo de Etiopía. Estamos alimentado la esperanza, el futuro.

La unidad terapéutica nutricional de Gambo sigue en pleno funcionamiento, siguen llegando cada día niños y niñas con desnutrición aguda severa que ingresan recibiendo la leche terapéutica nutricional cada 3 horas, los medicamentos necesarios y el cuidado médico y de enfermería durante las 24 horas. Poco a poco, se irán recuperando, volverán a sonreír y serán dados de alta para poder regresar a la escuela

Muchas gracias por vuestro apoyo

Sobre el autor

37 comentarios en “¿Comeré hoy?”

  1. Tienes razón, Iñaki, ningún niño debería pasar hambre. Es una trágica paradoja que en el primer mundo se tiren millones de kilos de alimentos y en el tercer mundo no tengan que comer… “paren este mundo que me bajo de él”
    Un abrazo.

  2. ¡¡Hermosa esperanza de vida y futuro da el hospital para muchos niños en Gambo!! Y esa condición de desnutrición infantil es común en muchos lugares del mundo… ¡¡Dejemos que nos toque el corazón y ayudemos cada uno como mejor podamos!! <3

  3. Amparo Martí Ridocci

    Hola Iñaki, quisiera que me indicaras dónde y cómo podemos hacer donativos. Gracias, Dios los bendiga y te bendiga siempre. Un abrazo.

  4. Es cierto… Tenemos una idea de hambre temporal, pero hasta que no se siente en carne propia esa carencia prolongadamente, no sabe cómo es en verdad… 🙁

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