¿Cuantos años tiene tu smartphone?

Permíteme realizarte alguna preguntas comprometidas:

¿Cuantos años tiene tu smartphone?

¿Cuántas veces has pedido comida a domicilio en el último año?

¿Cuántas veces has solicitado una compra a domicilio en el último año?

¿te consideras sensibilizado respecto al cambio climático?

¿y respecto a los derechos humanos?

Vivimos en un mundo de contrastes.

Me esfuerzo por disminuir el consumo, por reciclar, consumir menos carne, menos coche, menos avión, menos embalajes…

Mientras tanto… en un mundo cercano…en el mismo…

Las empresas se esfuerzan e invierten dinero en hacer que los productos se estropeen.

Este teléfono podría funcionar más de 50 años pero nos hemos esforzado para conseguir que a los 5 años deje de funcionar.

Bienvenido a la obsolescencia programada.

En otras palabras, esforzarnos para consumir más.

Podría hablar también de las minas de coltán, de cobalto. Donde crecen, se explotan y matan niños a diario

Vamos con algunos datos:

Las empresas tecnológicas vendieron un total de 13 mil millones de teléfonos inteligentes entre 2010 y 2019.

Solo alrededor de 3 mil millones están en uso hoy en día.

Eso significa que se han desechado 10 mil millones de teléfonos inteligentes durante la última década.

Cada año, 150 millones de computadoras descartadas se envían a países como Nigeria, donde terminan en vertederos al aire libre que filtran mercurio, arsénico y otras sustancias tóxicas a la tierra.

El capitalismo se basa en la ineficiencia

Nos gusta pensar en el capitalismo como un sistema construido sobre la eficiencia racional, pero en realidad es exactamente lo contrario.

La obsolescencia programada es una forma de ineficiencia intencional

Tenemos un largo camino:

Acabar con el desperdicio de alimentos

El 50% de toda la comida que se produce en el mundo, equivalente a 2.000 millones de toneladas, acaba desperdiciándose cada año.

Reducir la desigualdad

La brecha entre los salarios de los directores ejecutivos y los salarios de los trabajadores promedio ha aumentado.

En 1965, los directores ejecutivos ganaban unas 20 veces más.

Ahora, los directores ejecutivos 300 veces más.