Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy aquí estamos.
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente, los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.
Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.
Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más bajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.
No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrabais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.
El hambre es el primero de los conocimientos:
tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.
Miguel Hernández
5 respuestas a «El hambre»
El hambre. Parece mentira que aún se siga hablando de ello, en pleno siglo XXI, donde el rico siempre es mas rico y el pobre más pobre. Tiene que ser horrible morir así. Sólo tengo como referencia las fotos de nuestros niños del Hospital de Gambo, un amasijo de huesos y piel, que pide y clama con sus brillantes ojos ayuda para poder sobrevivir…No he dicho vivir, tan sólo sobrevivir. No puedo ni quiero olvidar los ojos de Abdulakim, mi querido niño de Gambo, no necesito más. He aprendido mucho de ti, de mi profe, y hay una frase tuya que lo dice todo: NO MUEREN POR HAMBRE, MUEREN POR FALTA DE JUSTICIA.
Un abrazo.
Detrás de cada cifra hay un rostro, un nombre propio, una mirada, una historia personal, un sueño… son personas como tú y yo…
No podemos permanecer indiferentes
Comparto aquí con todos vosotros un poema de mi buena amiga escritora y poeta Encarna. Deseo que os guste, es un poema lleno de amor y sentimiento que ella nos dedica:
ALEGRÍA CON GAMBO
Dedicado a Iñaki Alegría: por su gran labor con
los niños en el hospital de Gambo, Etiopía.
Cuando el hambre aúlla,
cuando el llanto abrasa
y la miseria hiere
con triste guadaña
a inocentes niños
de triste mirada
y ya no hay recursos
ni queda esperanza
a esas niñas-madres
de triste semblanza:
viendo que de sus hijos
la vida se escapa.
Con granos de arenas
gran DUNA se alza:
y llega Alegría
“Corazón Inmenso”
y tierna mirada,
con sus manos llenas
y su bata blanca,
a darles consuelo
con sonrisa amplia.
Un ángel de amor,
un ángel sin alas.
“Alegría con Gambo.”
Alegría en las almas,
de frágiles niños,
que no se merecen
el hambre que amasan.
¡Debemos unirnos,
gritar si hace falta!
Porque esto no pase
y que llegue el pan
y que llegue el agua,
donde la justicia
sumisa letarga.
¡La justicia duerme
hay que despertarla!
La tierra es de todos,
y el aire que pasa,
las mismas estrellas,
en nuestras miradas.
¡basta del dolor
que los niños pasan!
¡Un niño es un niño
en cualquier lugar
que en la tierra nazca!
Y el de otra amiga:
CAMÍ DE L’HOSPITAL
Cent segons de dolor,
als peus a les cames
vòmits interminables,
maleït camí sagnant.
Cent quilòmetres de dolor,
els meus braços
subjecten els seus ossos,
desnodrits, acabats.
No m’abandonis,
fuig de la mort.
un segon, sobreviu!
Caic abatuda.
Camí assasí,
hem sigut esclaus del nostre destí.
PSEUDÒNIM: Assassinats per la fam