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El Amor en los tiempos de la lepra: ella tampoco podía regresar a su pueblo, ella tampoco podía compartir su vida con gente sin lepra, nos unió la marginación por nuestra lepra

El Amor en los tiempos de la lepra: ella tampoco podía regresar a su pueblo, ella tampoco podía compartir su vida con gente sin lepra, nos unió la marginación por nuestra lepra alegria gambo alegria sin fronteras Dr Alegria Etiopía

Conocí a mi mujer también en el hospital de Gambo, ella también tiene lepra como yo.

Ella tampoco podía regresar a su pueblo, ella tampoco podía compartir su vida con gente sin lepra, nos fuimos conociendo, nos sentíamos bien juntos, nos entendíamos muy bien, habíamos vivido lo mismo, la misma marginación, el mismo olvido por parte de nuestras familias.
Nos casamos y empezamos a vivir juntos. Juntos somos felices.

Ahora tenemos 4 hijos, 3 hijos y una hija.

Los 4 han nacido sanos y están creciendo sanos, sin la enfermedad. Nosotros nos hemos curado y ya no contagiamos. Es lo más grande, curarte y no contagiar a tus hijos.

Una persona con lepra puede hacer lo mismo que una persona sin lepra. Somos todas personas, iguales, con las mismas capacidades.

Cada año escribimos una carta a los gobiernos pidiendo:

Por favor, no nos rechacéis, somos tus hermanos, escuchadnos.
Somos personas humanas como tú y como yo.

Este es nuestro lema, nuestra lucha.”

Nos cuenta nuestro querido Bekele

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Dr Alegria Gambo

La historia de Bekele: “Entonces no quise volver a mi hogar porque era diferente a ellos, tenía lepra”

La historia de Bekele: “Entonces no quise volver a mi hogar porque era diferente a ellos, tenía lepra” Dr Alegria Gambo
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La historia de Bekele: “Entonces no quise volver a mi hogar porque era diferente a ellos, tenía lepra”

Bekele lleva una vida normal, ahora, en Gambo, pero no siempre fue así. En su pueblo natal fue estigmatizado, aislado, rechazado por sus amigos e incluso por su familia, por padecer una enfermedad que aún a día de hoy sigue estigmatizada, la lepra.

“Naci en Basako hace más de 60 años, un pueblo cercano a Gambo. Soy hijo de padres granjeros, en el seno de una familia, con 3 hermanos y 5 hermanas. A los 16 años llego a Gambo para ser tratado de la enfermedad de lepra.

Siento que me quema la piel en las manos, no puedo trabajar, es entonces cuando voy al hospital. Al llegar al hospital de dicen que tengo la enfermedad de lepra. Entonces no quise volver a mi hogar porque era diferente a ellos.

Me ingresaron en el hospital varios meses. Realicé tratamiento durante 7 meses. Ahora ya estoy curado pero no he vuelto a mi pueblo, allí soy diferente, ahora mi pueblo es Gambo, aquí soy como los demás, vivimos en un barrio en el que casi todos nuestros vecinos tienen la misma enfermedad, aquí me siento aceptado.

Durante los primeros días en el hospital lo pasé muy mal, estaba solo, no sabía lo que me pasaba ni lo que sería de mí, tenía mucho miedo a lo que iba a pasar.

Las hermanas me ayudaron y acompañaron mucho en estos primeros días, y ahora soy yo quien les ayuda a ella ensenándoles amárico y oromifa.

No regresé a Basako porque nadie quería saber nada de mí.

En Gambo me siento bien porque hay mucha gente con lepra y todos somos iguales.

Aquí en Gambo tengo lepra pero puedo llevar una vida normal

Me cuenta Bekele