Poesía en tiempos de Coronavirus: A ti.
A ti.
Tú, que me aprietas con fuerza la cara
hasta sentir dolor en las mejillas
asfixiándome el aire y la palabra
al respirar a través de tu rejilla.
Es así cuando me siento más seguro
y ante la amenaza protegido.
En este mundo cada vez más oscuro
no quiero pecar de atrevido.
Me abrazan tus delgadas cintas,
dibujando un hermético encaje entre cuerpos,
te puede dar risa
pero esto no es ningún cuento.
Consigo que penetre el aire con esfuerzo
atravesando los poros de tu cuenco.
Sabes que podría vivir sin ti,
pero me sentiría vulnerable,
con miedo a que un virus me gobernase
penetrándome por un orificio de mi tapiz.
En estos días eres por todos deseada.
Estás agotada, eres la más buscada.
A todos nos cautivas,
pero no te sientas exclusiva.
Te podemos fabricar con telas,
no lo olvides, que lo sepas.
Antes eras tirada por los suelos,
ahora, recogida de las basuras.
y del más recóndito hueco,
te hemos puesto aura.
De llorar clamando un dueño
en los fríos almacenes,
ahora sacas pecho
de los sentimientos más crueles.
En estos días de pánico te crees la reina,
ignorando que serás destronada
y a la temida esquina
nuevamente relegada.
Tú, que te aprovechas del miedo,
no saques ahora pecho,
porque venceremos
y te olvidaremos.
Anda con cuidado,
hay quienes buscan traficar contigo,
quienes ni ante el mendigo
la rodilla han clavado.
Con Amor, deseo que en dos días
vuelvas a llorar por las esquinas.
Gracias, porque a pesar del dolor y sufrimiento,
Gracias porque a pesar de todo tormento
Me proteges, y salvas la vida.