En los países en vías de desarrollo encontramos hospitales dotados de escasos recursos económicos y personales, escasa preparación y formación del personal, gran demanda asistencial y gravedad de pacientes. La mayoría de muertes en estos hospitales ocurren en las primeras 24 horas de ingreso, es por ello que los niños graves deberían ser identificados a la llegada e instaurar de manera inmediata el tratamiento adecuado. Todo ello obliga a una priorización de la atención, en la que el Triángulo de Evaluación Pediátrica (TEP) ha demostrado ser una medida eficaz.